Durante el reinado de Isabel II, se produjo el paso definitivo del Antiguo Régimen al **liberalismo burgués**. La minoría de edad de Isabel II transcurrirá bajo dos regencias, primero la de María Cristina (1833-1840) y después la del general Espartero (1840-1843). En 1843 se inició una revuelta militar encabezada por Narváez que hizo caer al gobierno de Espartero que se exilió en Londres. No regresó hasta 1849. Las Cortes para evitar una nueva regencia, adelantaron la mayoría de edad de Isabel II. Se inicia la llamada **Década moderada** (1844-1854), Isabel II encargó la formación de gobierno al partido moderado, liderado por el general Narváez. El partido moderado derogó la Constitución de 1837 y redactó otra nueva: La Constitución de 1845, en la que la **Soberanía nacional** fue sustituida por la soberanía conjunta del rey y las Cortes y se otorgaban más poderes a la Corona como el nombramiento de ministros, la designación de los miembros del Senado, y la disolución de las Cortes y se recortaban los del Parlamento. Las Cortes siguieron siendo bicamerales (Congreso y Senado) y los diputados del Congreso seguían siendo elegidos por sufragio censitario que no llegaba al 1% de la población. En este periodo se firmó con la Santa Sede el **Concordato de 1851**, la Iglesia aceptó la desamortización y España reconocía la confesionalidad católica del Estado y reconocía su intervención en la enseñanza. Los moderados configuraron un régimen basado en el centralismo político-administrativo: creación de la provincia como nueva demarcación territorial, ley de ayuntamientos de 1845, que reservaba a la Corona la designación de los alcaldes de ciudades con 2000 o más habitantes, reforma del sistema tributario, de Alejandro Mon, la creación del Banco de España, creación de la Guardia Civil por el duque de Ahumada en 1844 para resolver el problema de la seguridad.
Las divisiones internas del partido moderado y las denuncias de corrupción y escándalos financieros, relacionados en ocasiones con la propia familia real y miembros destacados del gobierno hicieron que las clases populares dieran su apoyo a un pronunciamiento liberal de carácter progresista, liderado por el general Leopoldo O´Donnell, en junio de 1854 en las cercanías de Madrid en los cuarteles de Vicálvaro, por lo que se le denomina: La “Vicalvarada”, la declaración de intenciones por medio del “Manifiesto de Manzanares”, redactado por Cánovas del Castillo, determinó la movilización de los grupos progresistas. Aunque el movimiento no pretendía destronar a la reina sino forzarla a admitir las reformas democráticas interrumpidas en 1844. En medio de la confusión general, la reina decidió llamar a Espartero, comenzando así el **Bienio progresista** (1854-1856).
Volvieron a adoptarse medidas radicales: Los jesuitas fueron expulsados bajo la acusación de conspirar con los antiliberales y se prohibieron las procesiones y las manifestaciones externas del culto católico. Se elaboró un texto constitucional en 1856 que, aunque aprobado por las Cortes no llegó a ser promulgado. La **Ley de Desamortización General de 1855**, elaborada por Pascual Madoz, afectaba al clero secular y a los bienes municipales. Esto provocó la ruptura con la Iglesia y la medida de desamortizar los bienes municipales, encontró una fuerte oposición de moderados y de algunos diputados progresistas. Leyes relacionadas con la banca, la minería y la ley general de Ferrocarriles de 1855.
Las presiones de la Corona y la Iglesia provocaron la reacción de los liberales moderados que provocaron la caída de Espartero y la vuelta de los moderados al poder. Comienza así la **Segunda Década liberal conservadora** (1856-1868). En este periodo se sucedieron los gobiernos de los generales Narváez y O´Donnell: Bienio moderado de Narváez (1856-1858). Gobierno de la Unión liberal de O´Donnell. (1854-1863) Gobiernos moderados de Narváez y González Bravo (1863-1868) Este periodo estuvo caracterizado por el predominio de tres sectores sociales: los terratenientes, los militares conservadores y la Iglesia. Se paralizó la desamortización, se le reconocieron a la Iglesia muchas prerrogativas. El periodo de mayor prosperidad coincidió con el Gobierno de la Unión liberal de O´Donnell., este gobierno se benefició de una época de buenas cosechas y de expansión comercial, gracias a las bases coloniales de Cuba y Filipinas. En este periodo también se inició una activa política exterior. Se enviaron tropas a la Conchinchina se hicieron expediciones militares al norte de África, lo que acabó en una guerra abierta contra el Sultán. Paralelamente crecían en España las aspiraciones políticas de mayor libertad y derechos civiles. Se desarrollaba el partido demócrata y aparecía el republicanismo, al tiempo que se creaban las primeras organizaciones obreras y se producían agitaciones entre el campesinado que en ocasiones fueron duramente reprimidas por la Guardia civil.
Tras la destitución de los profesores universitarios republicanos Castelar y Sanz del Río, y las protestas estudiantiles que siguieron, el ejército actuó con gran violencia (Noche de San Daniel). Hubo nuevos pronunciamientos progresistas que llevaron a una dura represión y los fusilamientos del cuartel de San Gil. La reina se desprestigiaba aún más y esto llevó a una alianza entre progresistas y demócratas firmando un pacto en Ostende (1866). Dos años después en 1868 comenzó la **Revolución Gloriosa**.