Transición Española a la Democracia y Constitución de 1978

1. La Transición a la Democracia en España

Tras la muerte de Franco en 1975, España atravesó una importante crisis económica que se reflejó en una subida de precios, inflación, déficit de la balanza comercial, desempleo, aumento de la deuda exterior, etc. Esto produjo un descontento popular que actuó de estímulo para los cambios políticos. La transición política española ha sido tomada como ejemplo en muchos países para pasar de un estado autoritario a otro democrático. Los factores que hicieron posible este cambio fueron la nueva sociedad española, la actitud del rey, el fracaso político del franquismo y la habilidad de Adolfo Suárez. Sin embargo, la realidad española de esos años dista mucho de la imagen que se ha creado con posterioridad.

Durante la transición se dieron dos procesos que convergieron en una ruptura pactada. El primer proceso estuvo protagonizado por el rey Don Juan Carlos, quien no compartía las ideas del presidente del gobierno, que había sido colocado por Franco. Arias quería reformar las instituciones y nombró como nuevo presidente a Adolfo Suárez.

En 1976 se aprobó en referéndum la Ley de Reforma Política, que establecía el camino de unas elecciones libres y la legalización de las organizaciones políticas. En la Semana Santa de 1977 se anunció la legalización del Partido Comunista Español.

En las elecciones de junio de 1977 ganó la Unión de Centro Democrático, que lideraba Adolfo Suárez. El PSOE quedó en segunda posición. Los republicanos consiguieron muchos votos y la Alianza Popular, formada por ex ministros de Franco, obtuvo pobres resultados.

Tras las elecciones, el gobierno decretó una amnistía total, muchos exiliados regresaron a España, se terminó con el sindicato vertical, y en octubre, las fuerzas parlamentarias firmaron los Pactos de la Moncloa. En ellos se adoptaba una serie de medidas para paliar la situación económica: reducción de gastos presupuestarios y del déficit de la balanza de pagos, control de salarios…

2. La Constitución de 1978 y el Estado de las Autonomías

La Constitución, redactada por 7 representantes de los principales grupos políticos, y aprobada en referéndum el 6 de diciembre de 1978, hacía de España un estado democrático. Consta de 169 artículos, y sus principios básicos son la soberanía nacional y la unidad. Define a España como un Estado social y democrático de Derecho, aconfesional, con la forma de una Monarquía parlamentaria en la que el rey juega un papel simbólico.

  • El Poder Legislativo reside en las Cortes, compuestas por el Congreso de los Diputados y el Senado.
  • El Poder Ejecutivo reside en el Gobierno, cuyo presidente será nombrado por el rey en función de las votaciones.
  • El Poder Judicial reside en los tribunales y existe un Tribunal Constitucional que vela por el cumplimiento de la Constitución.

Reconocimiento del Estado de las Autonomías

Las nacionalidades son reconocidas, pero se establecen diferencias entre ellas y las regiones españolas. Las primeras se regirán por una mayor capacidad de autogobierno y las segundas por un acceso a menos competencias. Otro asunto, por el que los nacionalistas vascos se desmarcaron del consenso constitucional, era el derecho a la autodeterminación. Su no reconocimiento en la carta magna los llevó a la abstención en el referéndum, y supuso la reanudación de la lucha armada de ETA.

Cada Comunidad elaboró su Estatuto de Autonomía, que establecía un parlamento y gobierno propios.

Castilla y León (CYL)

Su preautonomía se proclamó en 1978 cuando se instauró el Consejo General de Castilla y León. Sin embargo, fue una de las últimas comunidades reconocidas (1983). Uno de los problemas más importantes fue el de los límites: Santander y Logroño habían formado sus propias autonomías pese a pertenecer a Castilla la Vieja, se planteaba la posibilidad de que León y Castilla formaran dos comunidades… Otro problema era el de la capitalidad. Para ello competían León, Burgos y Valladolid, que finalmente fue la elegida.

El Estatuto de Autonomía entró en vigor el 1 de marzo de 1983. Sus instituciones son Las Cortes de CYL (poder legislativo), la Junta (poder ejecutivo), y el presidente de la Junta.

3. Los Gobiernos Democráticos y la Integración en Europa

4. Cambios Sociales, Económicos y Culturales

En los últimos 25 años España se ha integrado totalmente en la economía capitalista de su entorno. La entrada en la Unión Europea y en la unidad monetaria ha obligado a un proceso de modernización y de competitividad en todos los sectores. Por ello ha pasado de ser un país agrario a un país terciario, en el que destacan el sector turístico y el sector servicios.

Por otro lado, la población ha sufrido un fuerte proceso de urbanización, con la pérdida de valores tradicionales. El concepto de familia ha variado, cada vez son más las familias monoparentales y parejas de hecho, y se ha aceptado la homosexualidad. Todo ello ha supuesto un duro golpe para una sociedad católica.

El nivel de estudios se ha elevado considerablemente en las últimas décadas, así como la preparación tecnológica en general. A nivel demográfico la población ha experimentado una caída de la natalidad, la llegada de inmigrantes ha hecho aumentar levemente la tasa.

Otros hechos sociales que merecen ser destacados son el movimiento feminista y la lucha por la igualdad de las mujeres, la defensa del medio ambiente…

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