Bloque 11: El Proceso de Transición a la Democracia y la Constitución de 1978
Introducción
Se llama «transición» al periodo comprendido entre el 22 de noviembre de 1975 hasta el 15 de junio de 1977, año en que se celebraron elecciones a Cortes Constituyentes. Algunos historiadores consideran como final del periodo el año 1979, tras la proclamación de la Constitución de 1978, o el año 1982, con la victoria del PSOE en las elecciones generales.
1. Los Comienzos de la Transición
Al morir Franco, el 20 de noviembre de 1975, en España hubo proyectos políticos que disputaron el futuro político de España:
- El sector inmovilista, que agrupaba a los sectores más intransigentes de la dictadura (Fuerza Nueva y la Asociación de Excombatientes).
- El proyecto rupturista, creado por la oposición democrática, que propugnaba la formación de un gobierno provisional y la elaboración de una Constitución: la Junta Democrática (PCE) y la Plataforma Democrática (PSOE).
- La opción reformista, que reunía los sectores moderados del Régimen, esperando realizar reformas imprescindibles. Su figura más representativa fue la de Manuel Fraga Iribarne.
Juan Carlos I accedió al trono tras la muerte de Franco el 20 de noviembre de 1975, siendo proclamado rey por las Cortes franquistas el 22 de noviembre de 1975. Su nombramiento provenía de las leyes del franquismo, en las cuales, en 1969, había sido declarado sucesor. Su padre, D. Juan de Borbón, mantendría los derechos dinásticos sobre la corona y no se los cedería a su hijo hasta mayo de 1977, entregando la herencia que había recibido de su padre, Alfonso XIII.
2. El Primer Gobierno de Juan Carlos I: Carlos Arias Navarro
En diciembre de 1975, Juan Carlos I nombró su primer Gobierno, presidido por Arias Navarro, perteneciente a la línea inmovilista. Sin embargo, dentro de su gabinete se pudieron apreciar ciertas incorporaciones abiertas a planteamientos democratizadores, como José María de Areilza, Manuel Fraga Iribarne o Antonio Garrigues y Díaz Cañabate.
Arias presentó un programa que intentaba compaginar con la herencia franquista. Pensaba que se podían legalizar algunos partidos políticos, excluyendo a los comunistas. A partir de enero de 1976 aumentó la conflictividad. Los partidos de izquierda y los sindicatos se negaban a permanecer en la clandestinidad. Se extendieron las huelgas, tanto que, desde enero a marzo de 1976, hubo 17.371 huelgas.
El Rey concedió un indulto parcial, ya que excluía a los presos de delitos relacionados con el terrorismo. En marzo de 1976 había 600 presos políticos, la mayoría nacionalistas vascos. ETA seguía atentando contra las fuerzas y la ultraderecha reclamaba un gobierno que endureciera la represión.
En marzo de 1976 se unieron las dos organizaciones de la oposición en la Plataforma de Coordinación Democrática, popularmente conocida como “Platajunta”. El PCE, con Santiago Carrillo, y el PSOE, con Felipe González, fueron los que promovieron la integración. Esta plataforma pedía la amnistía general para todos los presos políticos, la legalización de los partidos y sindicatos y la celebración de elecciones libres.
3. Adolfo Suárez y la Ruptura Pactada
Era necesario un nuevo presidente. El Rey contó con la ayuda de Torcuato Fernández Miranda, que además de presidir las Cortes, presidía el Consejo de Ministros. El Rey pidió la inclusión de Adolfo Suárez, siendo los otros dos candidatos Gregorio López Bravo y Federico Silva Muñoz. Adolfo Suárez (1932-2014) había sido Gobernador Civil en Segovia en 1968, Director General de RTVE entre 1969 y 1973 y Ministro-Secretario General del Movimiento entre 1975- 1976. Se formó en la sombra de Herrero Tejedor. Mostró un talante liberal, que marcó la transición española. La oposición mostró su descontento con el nombramiento de Suárez, ya que recelaba de su pasado franquista.
Adolfo Suárez fue nombrado Presidente del Gobierno el 5 de julio de 1976. Mostró una determinación hacia el aperturismo político. Aceleró los cambios democráticos, ya que realizó reformas políticas, siendo su diseño jurídico obra del Presidente de las Cortes, Fernández Miranda. Desde el Consejo de Ministros propuso: amnistía para los presos políticos, reforma Constitucional y elecciones generales libres.
Con Suárez se liberalizaron las leyes represivas, aumentando las garantías judiciales y procesales. Pero seguían existiendo factores como los atentados de ETA y las demandas autonómicas de vascos y catalanes. La actitud tolerante de Suárez hacia la oposición provocó la dimisión del General Santiago, Vicepresidente del Gobierno. En su lugar fue nombrado el Teniente General Gutiérrez Mellado, fundamental para la renovación política de las Fuerzas Armadas. Era necesario realizar una reforma política. Tanto el Rey como la mayor parte del Gobierno habían jurado lealtad a las Leyes Fundamentales del Reino. Por ello, se trataba de llegar a la democracia a partir de los mecanismos que permitían las Leyes Fundamentales.
Para ello se promovió la Ley para la Reforma Política, aprobada en Cortes el 18 de noviembre y sometida a referéndum el 15 de diciembre de 1976. Fue una ley instrumental, cuya finalidad era la transformación del Estado Franquista en una monarquía democrática. Sus autores fueron Torcuato Fernández Miranda, Landelino Lavilla y Alfonso Osorio. Su proyecto recibió el rechazo de la oposición democrática. Se garantizó el sufragio universal y los derechos fundamentales y se reconocía la soberanía popular. Las Cortes tenían el poder legislativo y era un parlamento bicameral. El rey nombraría al Presidente de las Cortes y del Consejo del Reino. En las disposiciones transitorias se recogía el número de diputados y el de senadores.
4. El Proceso Electoral, Principales Partidos Políticos y la Constitución de 1978
Las primeras elecciones de la Transición, para elegir a los representantes de las Cortes democráticas, quedaron fijadas para junio de ese mismo año. De abril a 15 de junio, en España se vivió la fiesta de la libertad. Durante la primavera de 1977 fueron volviendo del exilio políticos como la presidenta del Partido Comunista, Dolores Ibárruri, apodada “La Pasionaria”. Se crearon los distintos partidos políticos que competirán en las elecciones. Los más populares eran: Alianza Popular (AP), Unión de Centro Democrático (UCD), Partido Nacionalista Vasco (PNV), Convergencia y Unión (CiU), Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Partido Socialista Popular (PSP) y Partido Comunista (PCE).
El 15 de junio de 1977 se celebraron las primeras elecciones libres. Vencía la coalición de UCD, liderada por Suárez, con el 34% de los votos. La gran sorpresa fue el resultado del PSOE, con el 28.5% de los votos, gracias al tándem formado por Felipe González y Alfonso Guerra. El 13 de julio de 1977 se constituyeron las Cortes democráticas. Suárez formó un nuevo gobierno. Destacó el nombramiento del Teniente General Gutiérrez Mellado en Defensa y de Enrique Fuentes Quintana como Vicepresidente del Gobierno. El 25 de octubre de 1977, se firmaron los “Pactos de la Moncloa”. Constituidas las Cortes Constituyentes, bajo la presidencia de D. Antonio Hernández Gil, se redactó una constitución. Se pretendía que la Constitución de 1978 no fuera una constitución de partido, sino que sirviera para que todos los políticos pudieran gobernar con ella.
En el Congreso de los Diputados se constituyó la Comisión Constitucional integrada por siete miembros, conocidos como los “Padres de la Constitución”: Gabriel Cisneros, Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón y José Pedro Pérez Lorca (por UCD); Gregorio Peces Barba (PSOE), Jordi Solé Tura (PCE), Manuel Fraga (AP) y Miguel Roca (CIU). Destacan además Abril Martorell y Alfonso Guerra. El Parlamento Constituyente aprobó el texto. El proceso culminaría con la aprobación por referéndum de la Constitución el 6 de diciembre de 1978. Fue aprobada en sesión conjunta de las Cortes y sancionada por el rey el 27 de diciembre de 1978 y el 29 del mismo mes apareció publicado en el BOE de Madrid.