La Transición Española: De la Dictadura a la Democracia
La Opción Reformista de Juan Carlos I
Juan Carlos I fue nombrado rey de España el 22 de noviembre de 1975. Se esperaba que la monarquía autoritaria mantuviese el Franquismo, pero la oposición exigía cambios rápidos y significativos.
Arias Navarro
Juan Carlos I tenía intenciones reformistas, pero para tranquilizar a los franquistas, dejó que Arias Navarro continuara en el gobierno como presidente. El rey colocó a Fernández Miranda al frente de las Cortes y del Consejo del Reino, e introdujo a algunos reformistas en el gobierno. Se decretó un indulto general para presos políticos, y Arias Navarro inició una reforma para recuperar la Ley de Asociaciones. La reforma fue lenta y constante.
Se produjo un estallido de conflictos laborales (huelgas), a los cuales Arias Navarro reaccionó de manera autoritaria (Hechos de Vitoria). Las reformas avanzaban con lentitud, y debido a la crisis, se produjo la ruptura democrática. Los dos principales organismos de la oposición se fusionaron en la Coordinación Democrática (Platajunta).
Desmantelamiento Legal del Franquismo
El rey provocó la dimisión de Arias Navarro, y nombró presidente del gobierno a Adolfo Suárez. Se creyó que esto frenaría la reforma, pero sin embargo, comenzó un proceso de desmantelamiento de la dictadura a partir de la propia legalidad franquista.
En septiembre de 1976, Suárez habló con los generales activos y consiguió que no se legalizara el Partido Comunista de España (PCE). Sin embargo, las Cortes franquistas dieron la aprobación al proyecto de Ley para la Reforma Política. Suárez convocó un referéndum para que el pueblo se pronunciara sobre la Ley de Reforma Política.
Legalización de la Oposición
Para la democracia, era necesario legalizar a los partidos obreros. En 1976, el PSOE era ilegal, pero se legalizó. Santiago Carrillo, líder del PCE, provocó su detención, pero la actitud moderada del PCE llevó a Suárez a legalizarlo.
Además, las Fuerzas Armadas expresaron su protesta, y Suárez continuó negociando con la oposición medidas como la disolución del Tribunal de Orden Público, la ampliación de la amnistía y la convocatoria de elecciones a Cortes Constituyentes.
Las Elecciones a Cortes Constituyentes
Además de los partidos legalizados, Suárez creó la Unión de Centro Democrático (UCD), que al igual que la derechista Alianza Popular, estaba formada por antiguos franquistas y partidarios de la reforma.
En 1977, se celebraron elecciones generales. La UCD obtuvo la mayoría relativa, el PCE sufrió un fuerte descalabro, y los resultados de los partidos nacionalistas pronosticaban su futuro protagonismo. Suárez dio un discurso en el que prometía devolver la soberanía al pueblo.
Período Constituyente
La UCD y las Cortes se enfrentaron a una crisis económica, a la falta de un nuevo marco político-democrático y a la necesidad de resolver la cuestión de las nacionalidades históricas.
La Necesidad del Consenso Económico: Los Pactos de la Moncloa
El estancamiento del PIB, la inflación, el aumento del paro, etc., fueron causados por la inexistencia de una política fiscal adecuada, además de la inestabilidad política. Se intentaba resolver estos problemas consecutivamente.
En 1977, se firmaron los Pactos de la Moncloa. Se consiguió una momentánea estabilidad económica, estableciendo límites salariales, reduciendo la inflación, aunque el paro se incrementó. Se crearon leyes de medidas urgentes para la reforma fiscal, una ley que reestructuraba la Seguridad Social, y se creó el Instituto Nacional de Empleo (INEM).
El Consenso sobre el Marco Político: Constitución de 1978
Se decidió tomar la vía del consenso para la elaboración de la Constitución. Algunos de los puntos clave fueron:
- Amplia declaración de derechos y libertades, y algunos deberes inexcusables.
- Monarquía parlamentaria.
- División de poderes (legislativo – Cortes, ejecutivo – Gobierno).
- Descentralización del Estado: organización territorial del Estado en Comunidades Autónomas.
El proceso de descentralización, conocido como café para todos, fue interpretado en el País Vasco y Cataluña como un intento de diluir el nacionalismo histórico (desintegración de la patria). Se produjeron manifestaciones en el País Vasco y Cataluña. Los Estatutos de Autonomía fueron presentados a las Cortes, y el Estatuto gallego se aprobó en 1981.
La Democracia Amenazada
El recrudecimiento de la crisis económica y el desgaste de la UCD marcaron esta etapa.
La Escalada Terrorista
Existió una gran tensión social. ETA intensificó su actividad, y a esta se le sumaron grupos como el FRAP o el GRAPO (Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre).
Descrédito del Gobierno de UCD
Tras la aprobación de la Constitución, se produjeron elecciones generales. El PSOE y el PCE establecieron un pacto municipal. El gobierno de Suárez estaba sometido a un duro desgaste, y se ralentizó el proceso de descentralización autonómica.
Suárez tuvo que afrontar la desintegración progresiva de su propio partido. Se le oponían los barones de la UCD (Fernández Ordóñez, Álvarez de Miranda y Joaquín Garrigues).
Las Presiones Golpistas del 23-F
En noviembre de 1980, se desarticuló la Operación Galaxia. Ante toda la presión, Suárez dimitió. Mientras se desarrollaba un debate de investidura en el Congreso, un grupo de guardias civiles entró a mano armada, comandados por el Teniente Coronel Tejero. En España se vivieron momentos de tensión, hasta que el rey intervino y puso fin al golpe de Estado.
Calvo-Sotelo y el Fin de la UCD
Durante esta etapa se produjeron manifestaciones multitudinarias. Se crearon leyes para la armonización del proceso autonómico (LOAPA), para unificar los criterios del gobierno y la oposición, pero surgieron discrepancias a la hora de entrar en la OTAN (la UCD lo apoyaba). Se provocó una nueva recesión de la economía española.
La gestión de Calvo-Sotelo se entorpeció por la desintegración de su partido. Los socialdemócratas (Fernández Ordóñez) abandonaron la UCD. Landelino Lavilla fue elegido presidente del partido. Calvo-Sotelo disolvió las Cortes y convocó elecciones anticipadas. Se consiguió la entrada de España en la OTAN.
La Década Socialista
El Éxito Electoral Socialista
El éxito electoral del PSOE estuvo vinculado a la situación que vivía España (23-F y descomposición de la UCD). Además, no hubo una oposición fuerte.
Política Interior
Los socialistas aplicaron una política económica liberal, con una dura política de ajuste: medidas para reducir el gasto público, controlar la inflación, etc. Los socialistas se centraron en:
- La reconversión industrial (empresas deficitarias y algunos sectores).
- Reforma fiscal (impuestos directos).
- Política de empleo (el gobierno no cedió ante las reivindicaciones de los sindicatos y promulgó una nueva Ley de Pensiones).
El ministro de Defensa era Narcís Serra, y el ejército quedó sujeto al poder civil. Se modernizó el equipamiento militar para que España pudiera entrar en la OTAN. Los socialistas abordaron también temas como la búsqueda del Estado de Bienestar.
El Estado de Bienestar
Se amplió la cobertura sanitaria, las pensiones se universalizaron y, con respecto a la educación, se creó una Ley de Reforma Universitaria. Maravall fue sustituido por Javier Solana, que aceptó la ampliación del gasto público (obras públicas – red de carreteras).
El Estado Autonómico
Se limitaron a aplicar la LOAPA. Se aprobaron los Estatutos de Autonomía pendientes.
La Política Antiterrorista
ETA utilizaba coches bomba en sus atentados. Francia comenzó a colaborar con España en la lucha antiterrorista, y se firmaron los Pactos de Ajuria Enea. Después actuaron los GAL. Luis Corcuera creó una ley sobre la protección de los ciudadanos.
La Política Exterior (CEE y OTAN)
La Entrada en la CEE
España entró en la Comunidad Económica Europea (CEE) al mismo tiempo que Portugal. En 1986 se firmó el Acta Única Europea, y en 1992 se aprobó en Maastricht el Tratado de la Unión Europea (UE).
La Integración en la OTAN
Las fuerzas del PSOE, el PCE y los pacifistas se opusieron a la entrada en la OTAN, pero el gobierno de Calvo-Sotelo lo creyó conveniente para estabilizar la situación interna de las Fuerzas Armadas españolas, aunque sin integrarse demasiado (no presencia de bases militares extranjeras en España).
Crisis Socialista y Victoria del PP
El socialismo español sufrió una grave crisis que, unida a los numerosos escándalos que sucedieron, provocó una fuerte oposición.
La Nueva Recesión Económica
Se perdieron muchos empleos y la economía se resintió debido a la progresiva devaluación de la peseta. El PSOE sufrió su primera derrota electoral en las elecciones municipales y autonómicas de 1991.
Los Escándalos de Corrupción
Aparecieron en 1990 empresas que, por medios ilegales, destinaban fondos públicos al PSOE, así como nuevas tramas de corrupción que terminaron desestabilizando el país. También se reabrió el caso GAL.
La Reorganización de la Oposición
La derecha comenzó con la sustitución de Manuel Fraga por José María Aznar al frente de Alianza Popular, y continuó con la adopción del nombre de Partido Popular (PP). Por otro lado, la izquierda se unió en un grupo llamado Izquierda Unida (IU).